Perder el miedo

En busca de vinos inolvidables, es imprescindible aceptar el riesgo de ir más allá. Animarse a producir vinos no sólo buenos, sino también inolvidables, es la clave.

Argentina es hoy uno de los países productores “mimados” por el mundo. El clima continental, la altura de muchos de nuestros vi?edos, los contrastes de los suelos debido a la longitud de nuestro territorio y la baja fertilidad de los mismos, que hace que la vid tenga un crecimiento restringido, la luminosidad y la pureza del agua, todo ello es causa que nuestros vinos sean únicos y estén, cada día más, en boca de mayor cantidad de personas alrededor del mundo. Y dos factores más se suman a este éxito: nuestro Mallbec y nuestros winemakers.

Analizando la potencialidad del Malbec en Argentina, la diversidad de estilos y tipos que existen hoy en día, sólo podemos ser optimistas en cuanto al futuro.

Y con respecto a nuestros hacedores de vino, en cada edición de CUISINE&VINS ponemos de manifiesto nuestra admiración por el trabajo que están realizando, en la búsqueda permanente de la excelencia y que sus vinos cada vez más hablen de el lugar de origen, es decir, que sean vinos de terroir.

Ahora bien, ?estamos en el máximo de nuestro potencial? La respuesta, categóricamente, es "no". Estamos en el buen camino, se está trabajando arduo y parejo, se está investigando, haciendo diferentes tipos de ensayos y en la búsqueda de la máxima calidad.

Pero también es bueno que sepamos que estamos en una etapa de aprendizaje, entendiendo nuestros suelos y comprendiendo los perfiles de vinos que cada uno de estos puede dar.

Los diferentes microclimas que existen, incluso en una misma zona, conforman un factor que se está evaluando y trabajando en pos de la calidad de los vinos. Podemos completar este rápido paneo diciendo que las nuevas técnicas de vinificación y el atrevimiento de nuestros enólogos hacen que el panorama sea más que prometedor.
El desafío sigue siendo subir, cada día más, la vara de la calidad, que los vinos argentinos sigan en boca de todos en el mundo. Además de las ya clásicas provincias productoras (Mendoza representa hoy en día el 70% de la producción total) se está incursionando en la elaboración de vinos, con muy buenos resultados, en nuevos terru?os (Córdoba, San Luis, La Pampa y otros proyectos de calidad que ya hay en lugares como Tolombón y tantos otros).

Alcanza con pensar en Salta, por ejemplo, que hoy en día está en boca de mucha gente, y crece a?o a a?o, donde muchos de los más importantes nombres del vino en Argentina están adquiriendo tierras, plantando nuevas vides y buscando tener vinos de altura en ese lugar del país que da vinos con tanta personalidad. Tomando en cuenta que representa sólo el 1% de los vi?edos plantados en el país, ?imaginen todo lo que hay para crecer y hacer!

Para ello, hay que profundizar el camino, seguir trabajando como hasta ahora, y, sobre todo, perder el miedo, tener ese plus que da la confianza al arriesgarse, porque el desafío de ir más allá, es lo que finalmente hace que los vinos no sólo sean muy buenos, sino inolvidables. Ese es el camino.