La Stampa versión Nueva York, pero en Palermo.

Un buen restaurante debe tener excelente comida, desde ya, bella y cálida ambientación, servicio impecable. Eso lo sabemos. Pero para que el lugar sea realmente inolvidable deben darse otros factores que no se pueden planear. Que tienen que ver con la naturaleza del creador, el carisma y su manera de interactuar con el cliente. Ese es el caso de La Stampa y su súper estrella, Felice Ambrosio, un italiano exigente, increíblemente amable, refinado, pero que nunca perdió la sencillez de los primeros a?os.

Hicieron historia sobre la calle Migueletes, en Belgrano. La Imprenta, escaleras arriba…la movida gastronómica de los 90. Sin dudas fue una gloria que duró décadas. Y luego-y en forma paralela- el éxito increíble de la Recova, donde todas las noches el due?o de casa sorprende con una pasta nueva y recibe clientes fieles que ya son amigos. El va y viene de su cocina vidriada. Ofrece novedades y detalle. Porque Felice es un inquieto incurable que sabe lo que pasa en cada mesa.

Pero ahora, ?atención! hay más novedades. Y la buena nueva queda sobre la calle Salguero. Comandado por su hijo Maxi, el nuevo restó de la familia también llamado La Stampa es un espacio súper moderno ubicado a metros de avenida Libertador. Maderas escandinavas, líneas minimalistas, desniveles, fotografías de la era Fellini, barra fabulosa, mesas que balconean al patio seco del complejo, otras más reservadas e incluso un peque?o salón exclusivo para los amantes del bajísimo perfil. Muy Nueva York, con esencia italiana. Las mismas delicias comandadas por la nueva generación, un espacio para 80 comensales, excelente música y tragos como en Milano.

Nos recibieron con un clásico Spritz, pero podríamos haber elegido el Negroni más rico de la ciudad o tal vez un Cinzano Rosso con pomelo. Otro hit es el Cynar con pomelo, limón y menta. Aperitivos y amaros. Esa es la línea que proponen antes de comenzar con las entradas clásicas(burratas, fritatas, grillados), carnes, pescados y las pastas mejor logradas de la ciudad. ?O acaso hay muchos lugares donde amasen al fierrito, pero como debe ser? “Se están secando; en cinco minutos la paso por agua”, le dice Felice a un cliente. Y sus hijos heredaron el legado, que tiene que ver con el buen gusto, la generosidad y las ganas. El amor al arte.