Fuera de pista

Aciertos y desaciertos a la hora de volar.

Teniendo la posibilidad de viajar en business, uno sabe que cuenta con ese plus de comodidad y mimo que hace que el  viaje termine siendo más redondo aún. Ese privilegio- que no es gratis- tiene que ver con tiempos, espacios, modos y, desde ya, un menú que engalane la travesía. 

En Aerolineas Argentinas se cumplen todos los requisitos, excepto el último. Peque?o detalle. La realidad es que uno no sube al avión creyendo que dará con una velada en el Petrosian de Nueva York, pero generalmente la intención está y se advierte un trabajo de equipo que analiza de manera lógica lo que debe ofrecerse durante una ma?ana, una tarde, una noche. Los pasajeros del vuelo AR 1303 Miami-Buenos Aires podemos dar fe de que acá no hubo ningún análisis ni voluntad de lógica. Nos recibieron sonrientes como es habitua l(siempre voy a defender a la tripulación, que pone la cara, la actitud y una frescura que termina conquistando), pero nos desayunaron con artillería pesada. 

A las diez de la ma?ana, (horario en el que la mayoría de los mortales fantasean con café, pan, manteca, unos huevos, fruta y mermelada), nos trajeron una fláccida empanada de pollo desmenuzado con morrones, acompa?ada de un langostino frío, brutalmente salpimentado y un bizarro rulo de panceta con un callo de vieyra adentro. ?Pan? Sí.  Pero no hubo manteca ni dulce ni queso crema para untarlo. En cambio pusieron dos tabletitas de vulgar chocolate con menta y un cuadrado con intención de ser un cheescake que nadie, pero nadie, se le animó. Lo que mata es la pretensión. ?Porqué no se juegan por un árabe de crudo, dos huevos, pan, manteca y nos dejan el paladar en paz? Si no hay con qué, mejor es no arriesgar. En el viaje de ida la experiencia había sido exactamente igual. Como salimos con demora(4 de la ma?ana) no ofrecieron nada hasta el desayuno. Y así fue que, volando sobre el Caribe tuvimos que recibir el día con un inexplicable cordero desmenusado con cous cous, digno de Hannibal Lecter. 

Seguiré viajando por Aerolineas porque soy testadura, optimista, y quiero ser testigo del cambio. Calculo que en algún momento alguien será serio y analizará este papelón gourmet. Este show de la pretensión que tranquilamente podría solucionarse.



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