Eufórico

Sebastián Goyenechea, mentor de la Quinta Generación y promotor del aggiornamiento de la centenaria bodega, lanzó al mercado su nuevo blend tinto, bajo el sugestivo nombre de Euforia. 

Me saco el sombrero. Sebastián Goyenechea hizo y hace mucho por su querida bodega familiar, la centenaria Goyenechea. Promovió un estilo de vinos más moderno, actualizó las etiquetas y llegó a un público más joven. Algo que me pareció genial, porque nunca le faltó el respeto a la esencia, a la historia de la bodega. 

Más allá del afecto personal que le tengo, Sebas merece el reconocimiento y el apoyo del rubro. De Quinta Generación a Lorena o 135° Aniversario, en cada una de sus líneas –acompañado, por supuesto, por el resto de la familia- dejó la piel, literalmente. 

El resultado está a la vista. Goyenechea volvió a estar en boca de todos y su nombre empezó a convivir entre el pasado y el presente, con miras al futuro. Algo, desde mi visión, muy destacable. Trabajar en familia, se sabe, no es tarea sencilla y aquí han tirado todos para el mismo lado con un fin común: el éxito familiar. 

El último lanzamiento ha sido Euforia, un nombre que refleja el buen estado de ánimo que anticipa la primavera. Se viene el calorcito y qué mejor que disfrutar de un vino rico, para beber fresquito. 

Con una etiqueta híper llamativa –se vende solo en góndola, ponele la firma-, es un blend tinto inspirado en el paladar joven, “ideal para aquellos que disfrutan la vida en movimiento”, según las propias palabras de Sebastián. 

“El packaging representa nuestro estado de ánimo: colores vivos, una tipografía que remite a la juventud y la exaltación de los sentidos, con el movimiento como protagonista de un trabajo gráfico pensado para capturar la atención en el punto de venta de quienes viven la vida con entusiasmo”, concluyó. 

Bandejeo de pizzas y finger foods en el after office, música tecno y luces tenues fueron testigos de una amenísima y descontracturada presentación en 70 30 Bar, más que interesante opción para salir en la noche porteña. 

Que siga la fiesta. Salud por el vino que nos alegra y porque la juventud consuma, siempre de manera prudente y responsable, productos que enaltezcan la amistad. Chin chin.