La Olla de Félix: el mismo amor, la misma calidad, otro espacio

Después de un cuarto de siglo transcurrido en un pequeño local de la calle Juncal, en 2018 La Olla de Félix dejó su icónico espacio para mudarse a uno mucho más amplio en el que su dueño, Félix Rueda, puede recibir a sus comensales con mayor comodidad. Con la casa ya bien asentada, hicimos una visita para probar la carta y hablar un poco con el gran anfitrión de La Olla, donde nuestros socios del Club Cuisine&Vins obtienen un beneficio especial.

por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA



Félix Rueda era apenas un niño, en su Córdoba natal, cuando descubrió que le fascinaba inventar platos y tragos: en el campo de su abuelo, durante el verano, él era el encargado de los copetines y cócteles del mediodía. Unos años más tarde, en la década del 70 y con el rumbo gastronómico bien encaminado, tuvo una casa de comidas con su hermano y algunos socios antes de embarcarse hacia Europa, donde estudiaría durante un tiempo para luego volver al país y aprender de Francis Mallmann.


Como todo buen cocinero, el foco de Félix está siempre puesto en la materia prima, la estacionalidad y la calidad de todos los productos que componen sus platos. El menú es variado pero conciso, sin páginas y páginas de innecesarias opciones ni platos que no se hacen nunca. En palabras de Félix, él hace "cocina de autor, como se dice ahora, pero muy personal y casera".


El cambio de local fue un muy bienvenido cambio de aire, y una expansión que representó, ante todo, la capacidad de recibir a más clientes y a más amigos, que en definitiva siempre terminan siendo una misma cosa. La filosofía de La Olla es que cada comensal que cruce sus puertas y se siente a una de sus mesas se sienta como en el comedor de su casa: comodísimo, entretenido, y entregado a la posibilidad de quedarse haciendo horas y horas de sobremesa, algo que pasa con frecuencia. Félix y su socia, Analía Berdini, decidieron aventurarse con este cambio y no podrían estar más contentos. Con respecto al público, Félix dice que es muy variopinto: vienen familias, señoras, parejas grandes y jóvenes, y un tropel de habitués que son fieles al restaurante desde hace años.


Hablemos de comida, entonces. La carta, como dijimos antes, es variada y tiene un poco de todo. No hay mil opciones, algo que siempre celebramos, pero igual es difícil elegir porque todo tienta de la misma manera. Félix arma la carta en conjunto con Analía Berdini, el cocinero Dante Mazzeo y la pastelera Cande Oneto, y dice que el plato fuerte de La Olla, en su opinión, es el lomo porteño y la ensalada de ave "RC", un clásico que se prepara en el lugar desde hace dos décadas y que lleva una salsa secreta creada por Félix.


Lo que probamos: para arrancar, un ojo de bife con hueso grillado, pesto de perejil y hierbas frescas, acompañado por papas rotas y verduras asadas. Impresionante. Después pasamos a la pesca, con un exquisito salmón en croute de semillas de amapola sobre una ensalada de quinoa negra con pepino, limón, perejil, concasse de tomate y una salsa de yogur natural y menta.


Más allá del menú, siempre hay un plato del día, y nuestra visita coincidió felizmente con una cazuela de mariscos inolvidable que degustamos antes de pasar a los postres. El primero fue un volcán de dulce de leche, tremendo y en su punto exacto, con helado de mascarpone. Después (y para terminar con el banquete), nos sirvieron una merengata con frutos rojos y helado que se llevó maravillosamente con un buen café.


Mientras comemos, y antes de despedirnos, seguimos conversando con Félix. "Hace unos años, Analía me dijo: 'cuando te quieras agrandar, me gustaría formar parte de La Olla. Pobre, no sabia en la que se metia, aunque ahora le gusta; ella trabaja en otro rubro, y esto era un terreno un poco inexplorado. Juntos fundamos la Olla actual, con muchos avatares pero mucha gratificación. Queremos que los clientes se queden contentos, y no es fácil. Hay que estar encima: en general, un 90% queda feliz, y nosotros también", dice.


Recomendamos que visiten la Olla de Félix si todavía no lo hicieron, y que aprovechen para asociarse al Club Cuisine&Vins, no solo para obtener seis grandes vinos todos los meses y acceder a degustaciones exclusivas, sino también para obtener beneficios espectaculares como el 10% de ahorro en almuerzos y cenas, además de una copa de espumante de cortesía, para los socios en La Olla de Félix.




Juncal 1642, CABA

Abierto de lunes a sábados de 12:00 a 00:00 hs y los domingos de 12:00 a 16:00 hs.

Tel: 11.4811.2873




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