5 vinos para bajar un cambio

Probablemente todo se fue al tacho cuando empezamos a decir “juernes” en un rapto de absoluta precocidad semanal. Es que hubo un malentendido: sólo el fin de semana era digno de ser disfrutado. Pero resulta que no; resulta que te merecés romper con la rutina, barajar y dar de nuevo, hacerte un mimo, todos los días. 

por ANA PAULA ARIAS

ARGENTO PINOT GRIGIO (Argento – Tupungato, Mendoza)

Uno de los preferidos de los norteamericanos. Un blanco de una cepa no muy conocida pero que está súper logrado. Tapa a rosca que te invita a abrirlo YA y una frescura que barre con todo el estrés de la city. Muy 7 pm.

NICASIA BULLES DOUX DEMI SEC (Catena Zapata – Valle de Uco, Mendoza)

Napoleón decía que el champagne era “merecido en la victoria y necesario en la derrota”. Ya sea para festejar un ascenso o ahogar penas de amor, este espumante es ideal para terminar el día. Es apenas dulce y muy original; además es perfecto para compartirlo porque, de verdad, le gusta a todo el mundo.

HEY MALBEC (Matías Riccitelli – Gualtallary, Mendoza)

Un vino simpático por fuera y delicioso por dentro. Desde un primer momento, la etiqueta te saca una sonrisa; cuando lo tomás Riccitelli te demuestra que calidad no siempre es solemnidad y que vos, pajarón, merecés este descanso.

ALFREDO ROCA FINCAS PINOT NOIR (Alfredo Roca – San Rafael, Mendoza)

Las notas dulzonas y especiadas de este vino ponen de buen humor hasta al más escéptico de los bebedores. En su momento estaba tan on fire que se ganó una mención en la serie Lie to Me, con Tim Roth. Hoy, ya alejado de las luces del espectáculo, este Pinot encanta a quienes lo descubren en la góndola de la vinoteca.

CICLOS TARDÍO TORRONTÉS (El Esteco – Cafayate, Salta)

Si de disipar ansiedades se trata, este vino cosecha tardía va a ponerte tan zen que en minutos vas a tratar de recordar por qué era que querías matar a todos. El plan perfecto para este gran torrontés es un simple maridaje con nueces, queso, miel y pantuflas.