Un mediodía en El Burladero

Tapas, tortilla, croquetas, papas bravas, callos, paella, cochinillo, pulpo; estas son algunas de las palabras que resuenan en la cocina española de Alejo Waisman y sus hermanos.



por CRISTINA GOTO
fotos de MÁXIMO PEREYRA IRAOLA
@cristinagoto
@maximopi

Influenciados por el viaje a Valladolid y a Madrid de la directora de Cuisine, Flavia Fernández, el paladar de nuestro equipo reclamó hispanidades, y así, en un día soleado y muy frío, fuimos con Máximo Pereyra a El Burladero. Allí nos reencontrarnos con la península y su cocina, que extrañamos durante el silencio de la pandemia a pesar de que este restaurante siempre atendió por delivery, desde su confortable casa de la calle Uriburu, en Recoleta.

Fuimos puntuales. El personal nos regaló sonrisas de bienvenida. Y el ambiente y la música completaron el encanto; también contribuyeron las aceitunas y los shots de gazpacho y cerveza, que el camarero sirvió pronto para saciar la espera.

Hicimos boca con la degustación de tapas del día: atún, langostinos con hongos, pimientos, queso manchego y jamón serrano, boquerones, tortilla… Una bandeja de sabor mediterráneo inspirada en los ingredientes del día y de siempre.

Mientras tanto el Vistalba Corte B, varietal de Malbec con Cabernet Sauvignon y un toque de Bonarda, se mostraba rutilante en las copas, rojo rubi a la vista, aromas de ciruelas rojas maduras, duraznos orejones y frutos secos, y dulce aterciopelado en la boca. Ideal para este encuentro, no tan ligero.

Pedimos la tortilla de papas y cebollas, jugosita, y unas croquetas de calamar;  imperdibles entradas.

Luego el chef nos envió un Cojonudo: sobre un robusto colchón de papa van chipironcitos salteados (moluscos mini, envío exclusivo desde el Sur) y coronados con un huevo frito tentador.

Como principal elegimos la paella de ternera, un plato actual de la restauración ibérica, muy sabroso. En la versión Burladero se usa ojo de bife, que es madurado por 21 días antes de ser servido al punto eligido y listo para compartir.

En el final hubo crema catalana, aunque nos tentamos con el arroz con leche y lo probamos; "tentación de espíritus golosos", que le dicen.

Era temprano todavía y no podíamos partir sin deleitarnos con los churros de El Burladero, de impactante delicadeza y servidos con chocolate y dulce de leche.

Después de casi 30 años en restauración, los productos Waisman (La Taberna, Sottovoce, Fervor, El Burladero, Quotidiano y Il Quotidiano) siempre dan la mejor respuesta culinaria a sus comensales.

* Burladero: así se llama la valla situada delante de la barrera en una plaza de toros, de un tamaño y a una distancia suficientes para que detrás se refugie del toro el torero durante una corrida.

 

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EL BURLADERO
Pte. José E. Uriburu 1488, Recoleta - CABA, Argentina
@elburladerorestaurante
www.elburladero.com.ar

Domingo a jueves de 12 a 16 y de 19:30 a 23 h. Viernes y sábado de 12 a 16 y de 19:30 a 00 h.
Tel.: +11 4806-9247





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