Pintó bodegonear

Se viene la segunda edición de Pintó Bodegón, una propuesta gastronómica que ofrece descuentos y promociones especiales para disfrutar de los clásicos porteños. Te contamos de qué se trata y hablamos con Daniela Kalinscky, Directora General de Desarrollo Gastronómico de la Ciudad de Buenos Aires.


por FLAVIA FERNÁNDEZ

@flaviafernandezcv


Estamos felices porque llega una vez más, del 15 al 19 de abril, Pintó Bodegón, una oportunidad para reencontrarnos con la gastronomía porteña de pura cepa. Los adheridos a este festival de la buena vida y la buena onda (que queremos, defendemos y abrazamos porque son el ADN de nuestra ciudad) son 65 espacios que cumplen con los requisitos para ser llamados bodegones: platos clásicos, abundantes, accesibles, hechos con historia y mucha pasión.



Esta cruzada busca fomentar el desarrollo económico del rubro, promoviendo a uno de los grandes protagonistas de la cocina de la ciudad. Desde el día 15, los vecinos y visitantes ávidos de ricuras simples podrán encontrar en este mapa las ubicaciones y los descuentos de hasta el 20%, además de promociones especiales que incluyen entrada, plato principal, postre o café.



Encantado e involucrado con la idea de salir a bodegonear, el ministro de Desarrollo Económico, Roberto García Moritán, habló de "acercar el talento y el trabajo de los gastronómicos porteños a los vecinos, en una semana a pleno sabor, con descuentos y nuevas propuestas para compartir en familia o con amigos". También destacó que "en cada bodegón que abre sus puertas para agasajarnos hay inversión, capacitación y empleo para mucha gente. Por eso nuestro apoyo incondicional para quienes emprenden, producen y generan trabajo".



Hablamos también con Daniela Kalinscky, Directora General de Desarrollo Gastronómico de la Ciudad de Buenos Aires, sobre la historia y la identidad de esta movida:



¿Cómo nació Pintó Bodegón? 

Nació en 2022 como una de las tantas herramientas que pusimos en marcha para acompañar al sector después de un momento difícil como la pandemia, cuando por muchos meses los gastronómicos no pudieron trabajar con normalidad y los vecinos no pudimos disfrutar del café, la pizza, las milanesas y los platos que tanto nos caracterizan. Ya había algunas iniciativas parecidas para algunos sectores que venían funcionando muy bien, como la Noche de las pizzerías o de las heladerías, que organizan APyCE y AFAdHyA respectivamente. Eso nos inspiró a hacer lo mismo con los bodegones, que son un clásico de los porteños y que son cada vez más elegidos por su relación precio-calidad. Para nosotros, los días o semanas promocionales son fundamentales. Primero, para cuidar el trabajo de los gastronómicos, que es la fuente de ingresos de muchísimas familias. Y segundo, para seguir ofreciendo a los porteños más y mejores opciones para salir a comer a un precio accesible.


¿Qué requisitos debe tener un espacio gastronómico para “pintar” bodegón?

Los requisitos son tres: primero, platos abundantes. Si no te vas explotado de comida, no fuiste a un bodegón. Segundo, que esos platos sean accesibles. La relación precio-calidad es la que define a un bodegón, poder comer abundante sin gastar una fortuna. Y tercero, tiene que tener los platos clásicos de nuestra gastronomía, como los buñuelos de acelga, la lengua a la vinagreta, las empanadas, las milanesas, o las cazuelas. 



¿Qué no puede faltar jamás en un bodegón porteño? 

Una buena entrada fría, como un matambre con rusa; un buen plato caliente, como una carne al horno con papas; y un buen postre dulce, como el infaltable flan casero. 


La lógica diría que el bodegón es tradición + precios accesibles. ¿Estamos de acuerdo con que el otro condimento sería la poesía? 

Absolutamente. El crecimiento de los bodegones también significó el crecimiento y el desarrollo de la creatividad de los gastronómicos, que es uno de los pilares del sector. Esa “poesía” se ve no solo en los platos y en las recetas con los toques particulares de cada local, sino también en la ambientación, que complementa la experiencia. Tenés bodegones históricos, con mobiliario de época y mozos de toda la vida. Tenés bodegones futboleros que abrieron los clubes en sus sedes, todos con camisetas y banderines colgando. Tenés bodegones con antigüedades en las paredes, otros más modernos, pero todos ponen su creatividad y su talento emprendedor en juego para regalarle a la gente una experiencia inolvidable. 



Si los bodegones porteños fueran una melodía… 

Serían una playlist entera de música popular, desde el tango y la milonga hasta el rock nacional.


Si los bodegones fueran una flor…

Diría que la flor del jacarandá, no solo porque son tan clásicas de Buenos Aires como los bodegones, sino porque con cada año que pasa se ponen más lindas. Con los bodegones pasa lo mismo: son lugares a los que el paso del tiempo les hace bien. 


Si los bodegones fueran un aroma… 

A mí lo que más me gusta de los bodegones es el olor de sus salsas. Se siente siempre en el aire cuando uno entra y ya te dan ganas de sentarte a comer. Es el olor de la comida casera, el olor de familia, de encuentro, de amigos. 



Pintó Bodegón, entonces. Entre el 15 y el 19 de abril, podrán visitar los bodegones de la ciudad y comer como corresponde. Algunos espacios también contarán con propuestas culturales (shows, música en vivo, DJs). Las jornadas se desarrollarán con actividades presenciales y virtuales que contarán con el acompañamiento de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico del Ministerio de Cultura, Morfy, El Club del Bajón, Cuisine&Vins y Novecento, de la Bodega Dante Rubino. Además, desde las redes de BA Capital Gastronómica se realizarán sorteos de vouchers para comer en los bodegones participantes. ¡Nos encontramos en los bodegones!

 

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Para más consultas y detalles de Pintó Bodegón, se puede escribir a BOTI, el WhatsApp de la Ciudad, chateando al 11-5050-0147.





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