La columna vinófila: ¿Con qué brindamos en San Valentín?


San Valentín siempre es un buen día. En pareja es una ocasión especial, y con amigos, una oportunidad para reírnos un rato y bajarle el precio a los desamores. Si nos quedamos en casa, en compañía o solos, ver una peli y hacer una buena cena es la que va. Todo eso está muy bien, pero ¿qué tomamos? En esta fecha tan romántica o antirromántica, les traemos algunas sugerencias.

La columna vinófila: ¿Con qué brindamos en San Valentín?


por ANA PAULA ARIAS

@anapaula_sommelier

 

Amado, odiado, pero jamás ignorado, el Día de los Enamorados es siempre una nueva oportunidad para brindar con algo rico. Con ese fin, y también porque somos unos románticos empedernidos, pensamos algunas bebidas para hoy, y en cuál se ajusta más al plan que elegiste.


Vino
Cortito y al pie. Nada de andar complicándose y queriendo ser creativo en una fecha donde lo que importa es pasarla bien. El vino es el amigo de todos y todas que viene a simplificar una fecha a la que se le pone a veces mucha intención. Si querés desdramatizar al amor, el vino en cualquiera de sus versiones es lo que necesitás. De chino, de cava o de vinoteca, el vino da muchísimo sin pedir demasiado.


Cócteles 

Bien para gente foodie y medio obse (como nosotros), que organiza salidas que siempre son un diez y que, probablemente, ya tiene una reserva para esta noche. Claro que si la cita es en casa los cócteles también son grandes aliados, sobre todo aquellos que se pueden hacer en jarra, como un Bloody Mary. Los cócteles picantean la cena y relajan. Incluirlos en un menú casero es siempre una buena idea. 


Whisky

Si vas a pasar este día escuchando música y tomando whisky con alguien, nos arriesgamos a decir que ese alguien ya es tu pareja hace tiempo. Y, si no lo es, debería serlo (perdón que nos metamos). El whisky marca un nivel de intimidad que se produce pocas veces. Es una bebida que pide, como ninguna otra, cierto grado de cercanía. Whisky y chocolate, no hace falta más. 


Vermucito

La bebida amiguera por antonomasia. La soda y las risas en iguales proporciones. Con esto no queremos decir que si te invitaron a tomar un vermú hoy a la noche estás en la friendzone; más bien creemos que va a haber complicidad, y mucha. El vermú es versátil y amable. Si vas a hacer una reunión con amigos, no puede faltar, y, si el plan es romántico, no hay mejor manera de romper el hielo. 


Espumantes

En todas sus versiones, importados o nacionales, secos o dulces, las burbujas son la bebida oficial de San Valentín. Cuando la cita arranca o termina con espumante, no hay mucho más que agregar, pues love is in the air. 


Café

O mate, o té. Las bebidas diurnas son, al mismo tiempo, bebidas de madrugada, de una noche que se fue y que imperiosamente hay que retener, aunque esté clareando. Ya sea que vas a tomarlas de tarde, o durante una cita amanecida, las infusiones sueltan la lengua. El café riega las charlas largas, dónde el amor, la amistad, o ambos, se cristalizan. 






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