Sangría, el trago inmigrante

La fórmula vino tinto + verano da un poco de fiaca; hay que hacer menús acordes y aprovechar los momentos más frescos para descorchar. Sin embargo, hay una alternativa divertida, una bebida centenaria que es pura magia: la sangría. 


por ANA PAULA ARIAS

Su origen se remonta a principios del siglo XIX en la península ibérica, estrella del Mediterráneo y cuna de clásicos del vino y de la gastronomía. La fórmula es sencilla: vino, fruta, azúcar y algún licor o brandy. Pero, como toda receta clásica, tiene miles de versiones y ninguna es la definitiva. Actualmente, en Europa se está volviendo a la moda noventera de la sangría; de hecho, hay bares especializados, como Lolea en el barrio gótico de Barcelona, que sirven las variantes más originales. Versiones nobles y sofisticadas de un trago que es, en principio, sencillo y popular.

Argentina, con una fuerte tradición europea, es uno de los pocos países de América donde aún hoy prevalece la costumbre de la sangría (sobre todo durante el verano y en contexto de playa). Lo que se hereda no se roba, y nuestro país le hace honor a esa herencia con jarras gigantescas, transpiradas, llenas de hielo, fruta y vino.

En Cuisine reivindicamos los clásicos porque entendemos que nada se vuelve clásico porque sí, sino que entra en juego una fuerte carga emotiva y cultural. Como somos fans de la sangría y, sobre todo, porque no somos esnobs del vino, les regalamos una receta infalible.

Ingredientes
1 botella de vino tinto Malbec o Cabernet Sauvignon con madera
1 limón
1 naranja
1 manzana verde
1 racimo chico de uva criolla
Jugo de una naranja
2 tazas de azúcar
1 clavo de olor
1 rama de canela
? taza de Cointreau

Para decorar
Cerezas, frutillas, moras y/o arándanos

Preparación
Cortar en rodajas el limón y la naranja, en cuadraditos la manzana y al medio las uvas. Acomodar la fruta en una olla, alternando una capa de fruta con una capa de azúcar. Agregar el clavo y la rama de canela. Tapar y dejar macerar en la heladera por una hora.
Luego, incorporar el vino, el jugo de naranja y el Cointreau. Mezclar. Enfriar en la heladera por lo menos tres horas. Colar en una jarra. Servir bien frío en vasos con hielo. Decorar con algunas cerezas enteras. 



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