Overo Bar: salir y sentirse en casa

Dos amigos y socios buscaron crear un ambiente muy especial y familiar, y dieron en el clavo. Hace unos meses abrió en Palermo, frente a Plaza Armenia, un espacio que es un conjunto de espacios: por un lado, un bar de copas y tapas, abierto al público y dividido entre una terraza perfecta para atardeceres y noches veraniegas, y un salón/living con mesas y sillones; por otro, un club privado con cine, sala de vinos y living cerrado para escuchar música y disfrutar con amigos.



por MÁXIMO PEREYRA IRAOLA

Hacia fines de 2020, en las historias de Instagram de distintos conocidos y conocidas, y especialmente en las de periodistas de la gastronomía, empezaron a aparecer imágenes de varios  lugares con un mismo nombre: Overo Bar. Una terraza muy linda, un restaurante minimalista, un living lleno de sillones y vinilos, un patiecito, una mesa inmensa rodeada por botellas y botellas de vino… y un cine. Para sacarnos la intriga fuimos hasta Plaza Armenia y cruzamos a Overo, donde descubrimos que, efectivamente, el lugar era todo esto y más.

Como muchos de los proyectos más divertidos y originales que hemos conocido a lo largo de los años, Overo nació de largas charlas entre dos amigos del barrio que primero fueron cocinero y comensal: por un lado, Pol Lykan, mente maestra detrás del histórico Freud & Fahler; por otro, Daniel Rigueras, empresario con experiencia en consultoría y otros rubros, y ávido entusiasta de la buena comida y los buenos vinos. Se conocieron en los años 90, en el restaurante de Pol, y la relación fue llevando a conversar sobre el proyecto en 2018 y a alquilar, en 2019, un edificio frente a Plaza Armenia, en Nicaragua 4583, donde antes funcionara un hotel boutique (“Tuvimos que tirar abajo muchísimas paredes, y les dimos a muchos de nuestros empleados bañaderas, bachas y otros artefactos de baño”, cuenta Daniel).

La idea era abrir en abril de 2020, pero claro, la pandemia. Sin desesperar demasiado, aprovecharon el año para ajustar detalles, definir bien cada uno de los múltiples espacios que conforman el lugar, y encarar proyectos en paralelo que fueran armando una base de clientes ansiosos por la apertura, que finalmente llegó en noviembre.

Overo funciona como un bar público y como un club social privado, con distintos beneficios para sus miembros, quienes acceden a descuentos al ir a comer y además pueden usar las distintas salas en forma exclusiva con sus amigos una vez por mes. Los vinos de la cava, meticulosamente seleccionados por la Head Sommelier Ileana Osorio y representativos de todas las regiones del país, se sirven por botella y por copa, y si uno no termina su botella, se la puede llevar o dejarla guardada en el lugar con su nombre y apellido, para retomarla en la visita siguiente.

Arrancamos nuestro recorrido desde arriba y hacia abajo, empezando por la terraza, imán de visitantes palermitanos y de otros barrios que buscan un buen lugar para ver caer el sol con una copa en la mano, enfrentando la arboleda de la plaza y escuchando una música tranquila, bien elegida y que permite hablar sin levantar la voz. El foco de este bar de copas está puesto en el vino argentino, y las distintas tapas que salen de la cocina juegan con ese factor: cocciones regionales, hechas en horno de barro, con sabores ricos y sin pretenciones, en porciones cómodas de picotear y servidas en muchos casos con pan elaborado in situ. Comimos unos pinchos de mollejas con chimichurri, crocantes y tiernos, acompañados por un muy rico Pinot Noir Fileni Martín, de El Cepillo, mientras conversábamos con Daniel Riguera. 

“Buscamos brindar una experiencia honesta y sustentable; no usamos plástico, servimos la comida en envases compostables, y nos guiamos por sentido común, sin lucrar con cosas que  el agua es totalmente gratis, purificada y mineralizada acá, servida en botellas de vidrio”, dice Daniel. “Queremos que la gente se hidrate y no se reprima por no pagar $150 la botella de agua. Y nos parece que funciona, porque vemos que se quedan en la terraza horas, tomando muchísimo pero hidratándose; nunca suben el volumen, todo se mantiene muy tranquilo”.

Vamos bajando las escaleras, copa en mano y con cuidado, para conocer los distintos espacios de Overo que son exclusivos para sus socios: el microcine, donde se planean ciclos y eventos varios, y que los miembros del club pueden reservar para ver lo que se les ocurra con sus amigos, con un sonido impresionante y mesitas para apoyar copas y tapas; la sala de cata, con una mesa descomunal hecha especialmente para el lugar y rodeada de botellas; y un living cerrado con sillones comodísimos, luz baja y un tremendo sistema de sonido para escuchar música en cualquier formato: hay varios discos de vinilo a disposición, y también se pueden llevar los propios para escuchar en soledad y paz o con invitados (este espacio, como los otros dos, se pueden reservar una vez por mes). 

Finalmente, en la planta baja hay un bar y un living para tomar algo, comer tapas, raciones y tablas, y pasar un par de horas tomando vinos de todas las regiones del país, y también de todas las cepas: hay mucho de las clásicas (nosotros tomamos un Malbec de Rutini, y un Cabernet Sauvignon de Finca Ambrosía, acompañados por croquetas de queso provolone y empanadas de carne con salsa fresca, exquisitas ambas), pero también curiosidades, como Beiquiñol, Charbono, Carignan y Malvasía, entre otras.

Los distintos ambientes de Overo hacen que se sienta un poco como una casa, y esa es la idea: que los socios, los visitantes ocasionales y los habitués consideren al lugar un poco suyo, y lo usen como si lo conocieran de toda la vida. Una familiaridad que se respira en el ambiente, se lee en la carta y se saborea en cada copa.

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OVERO BAR
Nicaragua 4583, Palermo, CABA
Martes a domingos de 19 a 01 h
www.overobar.com
@overo.bar




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