por ANA PAULA ARIAS
CRUZAT CUVÉE NATURE
(CRUZAT - VALLE DE UCO, MENDOZA) (94 PTS.)
Las bruschettas, tostadas, strudels y fritos son el gran compañero de esos espumantes que, con burbuja fina y acidez natural, preparan el paladar para un nuevo bocado. Unos won ton de langostinos con una salsa agridulce de jalapeño pueden animar cualquier reunión y ser la excusa perfecta para dejar de esperar por el espumante. El Cruzat Nature, con sus elegantes notas de nuez y berries, se puede beber toda la noche y no solo antes o después de la comida.
ANDILLIAN CHARDONNAY
(LA COSTE DE LOS ANDES - VALLE DE UCO, MENDOZA) (93 PTS.)
Los Chardonnay de Valle de Uco siempre alcanzan un plus de delicadeza por la altura y el suelo del terruño. Andillian es tropical y refrescante, por eso no empalaga y suele gustarle a todos, expertos y neófitos, por igual. Sus notas de ananá y su acidez mineral casan perfecto con el pollo Sichuan, un salteado de pollo, nueces y vegetales al que se le puede regular a gusto el picor y el dulzor para hacerlo más o menos intenso.
COLOMÉ TORRONTÉS
(COLOMÉ - VALLE CALCHAQUÍ, SALTA) (94 PTS.)
En Cuisine amamos el estilo de Torrontés cafayateño, siempre elegante y vehemente. Hace años ya que Colomé produce uno de los ejemplares más internacionales, con notas típicas de uva chinche, pero también algo cítrico y con algún dejo de pimientos verdes. El Torrontés es pareja obligada de las comidas orientales y étnicas en general, por eso es fácil imaginarlo al lado del tradicional Mapo tofu, una versión bien condimentada del queso de soja, con verdeo y chile.
ESTANCIA USPALLATA PINOT NOIR
(ALEJANDRO SEJANOVICH Y JEFF MAUSBACH - USPALLATA, MENDOZA) (95 PTS.)
El enólogo Alejandro Sejanovich y el viticultor norteamericano Jeff Mausbach se reunieron nuevamente para hacer vinos de altura en Mendoza, un experimento a 2000 metros cuyos frutos ya están dando qué hablar. Su Pinot tiene un toque de madera, que le aporta estructura y complejidad, pero sobre todo tiene un perfil acerezado bien fresco y jovial. Estupendo para hacerle frente al jamón de Hunán, bien propio de la gastronomía del centro de China. Un plato simple, un poco ahumado y muy sabroso, donde el umami es el protagonista.
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