Este mes en el Club: vinos que no fallan


Hay incontables estilos de vinos: blancos y tintos, espumantes y tranquilos, con y sin madera, entre muchísimos otros. Sin embargo, hay una categoría transversal que es la de vinos infalibles, esos que siempre están bien. Para la entrega de octubre seleccionamos tres etiquetas para beber con los ojos cerrados y dejarse sorprender por su calidad.


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por ANA PAULA ARIAS

Condeminal Poncho Pampa Malbec apareció hace unos años en las góndolas y se fue haciendo un nombre. Tiene pedigrí. Proviene de viñedos de 1.300 metros en el corazón de Tupungato y surgió de la mano de Atamisque, una bodega con savoir faire francés que supo interpretar el terruño argentino. Por eso no es sorprendente encontrar delicadeza y matices en este tinto joven que tiene apenas tres meses de paso por barrica. Descorchar un Condeminal (sea este varietal o su fabuloso Sauvignon Blanc) es una apuesta segura para una cena sencilla y cuidada.

Otra máxima que nos animamos a postular es que hay vinos fáciles y vinos difíciles. Etiquetas que implican un protocolo, un tipo determinado de bebedor, grandes vinos que no son para todo el mundo. Y, por otro lado, hay vinos amables, grandes hits de los asados domingueros a los que se vuelve con gusto una y otra vez, esos que se convierten en best sellers. A nosotros, sobra decirlo, nos gustan todos, pero rescatamos los últimos en una cruzada por el placer sin vueltas. Con este espíritu, elegimos para la caja del mes el Cabernet Sauvignon de Edelmira. Un tinto de estilo frutado y suelto, que echa por tierra de un sorbo todo el prejuicio que pesa sobre los Cabernet en general. Es imposible hablar de rigidez y taninos ásperos porque Bodega Edelmira le hace honor a su terruño y elabora vinos siempre redondos. Maipú, no por nada conocido como “la cuna del vino mendocino”, se siente en toda la boca cuando probamos este tinto balanceado y franco.

La caja se completa con un blanco distinto, pero no por eso menos bebible. Nacional de Santa Julia tiene un perfil fragante y delicado, que no necesita instrucciones porque es delicioso de principio a fin. En Cuisine nos gusta arremeter cada tanto con un blanco que saque a nuestros socios del sopor de las cepas clásicas. Buscamos vinos que se destaquen y gusten. Y este corte de Semillón y Torrontés, afortunadamente, lo tiene todo.

Octubre viene con la fuerza del último trimestre del año, el entusiasmo de hacer balances y esa impronta primaveral que todo lo embellece. Por eso en Cuisine&Vins pensamos en etiquetas naturalmente deliciosas, sin vueltas e inolvidables. 

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