Viñedos de alturas diversas en la caja del Club Cuisine de agosto

Somos fans del vino. Aprovechamos cualquier oportunidad para darle una vuelta de tuerca al maravilloso momento de beber y estamos convencidos de que en la experiencia está el aprendizaje. Por eso este mes quisimos hacer una caja que represente no solo distintos estilos de vino, sino también las distintas alturas de Argentina y cómo eso impacta en el producto final.




Hace un tiempo los enólogos entendieron la importancia del terroir en su conjunto y, de a poco, esa idea se fue trasladando al consumidor. Hoy, los aficionados ya no buscan solamente un tipo de vino según la cepa o la provincia de origen, sino que le prestan atención también a pequeñas zonas, con sus características particulares, su altura y su suelo.

Estamos muy entusiasmados con esta nueva forma de consumo, y por eso nos tomamos el trabajo de seleccionar vinos de terruños bien distintos.

Los Médanos Bonarda es un vino de La Paz, Mendoza, que se sitúa a unos 800 msnm. A esta altura la amplitud térmica (es decir, la diferencia de temperatura entre el día y la noche) es muy buena. Eso implica que la Bonarda alcanza puntos óptimos de madurez y concentración. Por eso mismo es un tinto con un perfil tan frutado y fácil de tomar. Estas características resultan ideales para aquellos que aún no cayeron enamorados a los pies del Malbec y quieren probar con un estilo un poco más amable. 

En la provincia de Salta, en la zona de Cafayate, a 1700 msnm, los vinos logran una impronta distinta. En el caso del Viñas en Flor Cabernet Sauvignon, es notable lo bien que le sienta la altura a las cepas de ciclo vegetativo largo, especialmente el Cabernet. Tiende a perder sus notas más verdes para pasar a tener un estilo más especiado y dulce. Una delicia que solo los viñedos de Cafayate pueden ostentar.

La caja se completa con dos etiquetas de bodega Amalaya de Valles Calchaquíes, a unos 1800 msnm. Ambos son Malbec de altura, de color profundo y nariz fragante. Por un lado, Amalaya Malbec, con unos toques de Tannat y Petit Verdot, que lo hacen un tinto muy redondo y bebible. Por el otro, el Amalaya Gran Corte, compuesto por Malbec casi en su totalidad, pero esta vez con un pequeño porcentaje de Cabernet Franc y Tannat.

Nuestro país tiene muchas alturas que cambian radicalmente según los paisajes. Desde los viñedos australes de Valle Hermoso en Chubut hasta los de más de 2500 msnm de Maimará en Jujuy. Desde los vinos de influencia marítima de Chapadmalal hasta los que crecen al pie de la Cordillera de los Andes en Cuyo. En la caja de agosto quisimos dar un pequeño pantallazo sobre este eclecticismo, y esperamos haberlo logrado.





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