En abril, el Club Cuisine&Vins te trae lo mejor del terruño argentino

El terruño argentino es, en su totalidad, diverso y fascinante. El clima semidesértico de Cuyo, junto con las condiciones extremas de los Valles Calchaquíes y la fría estepa patagónica, convierten a este país en un escenario ideal para la producción de diferentes estilos de vino de calidad. Por eso, para esta entrega del Club seleccionamos vinos de dos de las grandes zonas vitícolas de Argentina: Luján de Cuyo y Cafayate.

Hablar de Luján de Cuyo es hablar de vino argentino. Un lugar que, a pesar del surgimiento de nuevos terruños, trasciende la moda y se impone como favorito en el mercado.

Su gracia reside en combinar la grandeza de una zona única para la producción de vinos de calidad y el hecho de que esos vinos son populares y fáciles de tomar. Tal es el caso de Bodega Lagarde y su fabuloso Malbec.

Lagarde Malbec tiene una crianza en barrica de 10 meses, pero no resulta excesivamente maderoso. Las notas típicas del roble están muy bien integradas a la fruta madura. Eso se combina con las características mentoladas y de pimienta que le aportan el suelo de Luján de Cuyo y lo hacen un tinto muy agradable.

De la misma zona, pero de la bodega boutique Caelum, la caja trae el Caelum Reserva Cabernet Sauvignon, un vino que representa la nueva ola enológica de Luján de Cuyo. Giuseppe Franceschini es el hombre detrás de los vinos de la finca y le imprime a cada uno un estilo moderno y delicado. Es un Cabernet franco, mineral y elegante.

Completa la entrega un Altas Cumbres Torrontés cafayateño, también de bodega Lagarde. Si bien es más conocida por sus fincas en Luján de Cuyo, en este caso se apostó a los Valles Calchaquíes para obtener un vino con mucha varietalidad. La idea es que el aroma de este Torrontés remita inmediatamente a su terruño de origen: Cafayate. El resultado es un vino típico de la zona de Valles Calchaquíes con estilo untuoso y floral.